En un mundo cada vez más conectado y consciente de la importancia de afrontar los desafíos aparejados a la crisis climática de forma justa, la lucha por la igualdad de género o el reto demográfico, la economía social y solidaria emerge como una opción atractiva para quienes buscan un cambio significativo en su carrera profesional hacia un empleo acorde a sus valores. Pero ¿qué se necesita realmente para hacer esta transición? Más allá de las habilidades técnicas específicas de cada sector, las competencias blandas o soft skills juegan un papel crucial en este proceso. Desde UpmeUp queremos ayudarte a entender en qué consisten estas competencias y por qué son esenciales para tener éxito en tu transición hacia una carrera profesional en la economía social.
¿Qué es la Economía Social y Solidaria?
La economía social en España es un modelo económico que pone en el centro a las personas, las comunidades y al medio ambiente, en lugar del lucro. En nuestro país incluye diversos tipos de empresas y entidades como las cooperativas, asociaciones y fundaciones con actividad económica, mutualidades o empresas de inserción. Trabajar en este sector puede ser extremadamente gratificante, pero también presenta desafíos únicos que requieren un conjunto específico de habilidades.
¿Qué son las competencias blandas?
Las competencias blandas son habilidades interpersonales y sociales que permiten a las personas interactuar de manera efectiva y armoniosa con los demás. A diferencia de las habilidades técnicas, que son específicas de un trabajo o sector, las competencias blandas son transferibles y aplicables en cualquier contexto. Algunos ejemplos de competencias blandas incluyen la comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la empatía, la resolución de conflictos y la adaptabilidad.
La importancia de las competencias blandas en la Economía Social
- Comunicación Efectiva
En la economía social, la comunicación efectiva es fundamental. Este sector a menudo involucra a múltiples partes interesadas, desde socios/as cooperativistas, empleados y voluntarios hasta beneficiarios y financiadores. Ser capaz de comunicar claramente las metas, necesidades y logros de una organización es vital para su consolidación. La comunicación abierta y transparente también ayuda a construir confianza y fomentar una cultura organizacional saludable donde prime la cooperación.
- Trabajo en Equipo
El trabajo en equipo es otra competencia clave en la economía social. Muchas organizaciones de este sector operan con estructuras mucho más horizontales o colaborativas, lo que significa que la capacidad de trabajar bien con otras personas es esencial. Esto incluye la habilidad de escuchar activamente, dar y recibir feedback constructivo y participar activamente en la toma de decisiones. Un buen trabajo en equipo puede llevar a soluciones innovadoras y a un ambiente de trabajo más agradable y productivo.
- Empatía
La empatía es una habilidad crucial en cualquier sector que trabaje directamente con personas, y las entidades y empresas de la economía social no son una excepción. Entender y ser capaz de ponerse en el lugar de otras personas puede ayudar a crear acciones, productos o servicios que realmente respondan a las necesidades de la comunidad. La empatía también fomenta un ambiente de trabajo más inclusivo y respetuoso, donde las personas se sienten valoradas y comprendidas.
- Resolución de Problemas
En la economía social, los desafíos pueden tener orígenes muy diversos: capacidad de financiación limitada por la incomprensión de muchos actores hacia estos modelos de empresas, necesidades cambiantes de la comunidad o cambios regulatorios, entre otros. La capacidad de resolver problemas de manera creativa y efectiva es, por lo tanto, esencial. Esto implica la capacidad no sólo de identificar y analizar retos, sino también para desarrollar y implementar soluciones prácticas. La resolución de problemas efectiva también requiere una mentalidad resiliente y la capacidad de aprender de los fallos.
- Adaptabilidad
En un mundo cambiante y que requiere afrontar retos diversos en el entorno económico, social y político, la adaptabilidad es una competencia blanda crucial para navegar estos cambios y mantener una organización en marcha. Ser adaptable significa estar en disposición de aprender nuevas habilidades o cambiar de enfoque cuando sea necesario. Esta competencia no sólo es vital para la supervivencia de las organizaciones en la economía social y solidaria, sino que también facilita la innovación y la capacidad de dar respuesta a las necesidades sociales cambiantes.
Desarrolla tus competencias blandas
- Autoevaluación y Feedback
El primer paso para desarrollar competencias blandas es la autoevaluación honesta. Identificar tus fortalezas y áreas de mejora te permitirá enfocarte en las habilidades que necesitan más trabajo. Solicitar feedback de personas con las que trabajes o hayas trabajado y amigos también puede proporcionar una perspectiva valiosa sobre cómo te perciben los demás y en qué áreas puedes mejorar.
- Formación y Capacitación
Participar en talleres, cursos y programas de capacitación también puede ayudarte a mejorar tus competencias blandas. Muchas organizaciones de la economía social y solidaria ofrecen formación específica en habilidades interpersonales y de liderazgo. Además, hay numerosos recursos en línea, como webinars y cursos de formación, que pueden ayudarte a desarrollar estas habilidades a tu propio ritmo.
- Práctica y Experiencia
Las competencias blandas se desarrollan mejor a través de la práctica y la experiencia. Hacer voluntariado, participar en grupos de trabajo, asociaciones del barrio y asumir roles de coordinación o gestión en proyectos, pueden proporcionar oportunidades valiosas para poner en práctica y mejorar tus habilidades. La práctica constante y la reflexión sobre tus experiencias te ayudarán a fortalecer estas competencias con el tiempo.
Las competencias blandas son pues fundamentales para una transición profesional exitosa a la economía social y solidaria. La comunicación efectiva, el trabajo en equipo, la empatía, la resolución de problemas y la adaptabilidad, entre otras competencias, no solo te ayudarán en tu trabajo diario en este sector, sino que también contribuirán a crear un impacto positivo y duradero en la comunidad y en el medio ambiente.
Así que, si estás considerando una transición profesional a la economía social y solidaria, desde UpmeUp te recomendamos que no subestimes el poder de las competencias blandas. Estas habilidades te ayudarán a afrontar los desafíos y aprovechar al máximo las oportunidades laborales que ofrece el ecosistema de entidades y empresas del sector.
¿Te interesa saber más?
A raíz del «Año Europeo de las Competencias» declarado en 2023 por la Comisión Europea, se han puesto en marcha varios proyectos desde la economía social para desarrollar una estrategia común en materia de competencias profesionales centradas en el sector. Esta iniciativa busca enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades económicas que plantean la transición verde y digital en la Unión Europea.
En concreto, te recomendamos seguir de cerca dos proyectos clave:
- B-Wise (Blueprint for Sectoral Cooperation on Skills in Work Integration Social Enterprises): este proyecto se enfoca en desarrollar las capacidades específicas necesarias en el ámbito de las empresas de inserción, con un énfasis particular en competencias digitales.
- baSE (Blueprint for Advanced Skills & Trainings in the Social Economy): con una hoja de ruta en la que se trabajará hasta 2026, baSE profundiza en el desarrollo y la mejora de habilidades en la economía social y solidaria.
Estos proyectos ofrecen valiosas oportunidades y recursos para aprender y crecer en el sector de la economía social. Desde UpmeUp te recomendamos mantenerte al día y aprovechar los recursos disponibles en sus páginas web para fortalecer tus competencias blandas y técnicas.